martes, 25 de agosto de 2015

Esas galletitas de hoy en día...

El otro día, con mi señora tuvimos que ir a la casa de mis papás a robar ducha, porque en nuestra casa se nos había acabado el gas. Cuando llegamos a la casa, entramos rapidito para no despertar a nadie; cuando terminé de ducharme, en mi rol de hija que asalta la cocina de sus papás, fui a buscar almuerzo para el día, pero no encontré nada. Como tenía hambre seguí buscando y me di cuenta que habían moldes y bandejas sucias... lo primero que se me vino a la cabeza fue "Mi mamá hizo kuchen, delicioso" así que me puse a buscar por todos lados (a todo esto, mi señora aún seguía en la ducha), pero no encontré nada... hasta que miré el marco de la ventana de la cocina y encontré un pote con galletas "mhhh delicioso, pensé" así que saqué al menos unas 9 o 10 galletitas, y comencé a comer de inmediato (efectivamente estaban deliciosas). Y como soy una buena persona, quise compartir el tesoro con mi señora, quien al fin ya había terminado de ducharse y estaba casi lista para irnos al trabajo.
Durante el trayecto al trabajo, seguimos comiendo estas ricas galletitas que había preparado mi mamá, mi señora comió cerca de 4 y yo comí cerca de 6. "Fue un buen desayuno", pensamos...

A medida que transcurría la mañana en mi trabajo, tuve que asistir a una pequeña reunión informal con mis jefes, quienes sólo querían conversar de temas poco relevantes al ámbito laboral. Pero de todas formas participé. Durante la conversación, poco a poco sentía que mi cara estaba extraña; pensé que me daría una parálisis facial o algo por el estilo, pero seguí en la reunión y decidí no prestarle importancia. Una vez que terminó la reunión, recibo de inmediato (casi como si hubiese calculado) una llamada de mi señora (desde su trabajo), contándome que se sentía muy extraña y un poco desrealizada. No podía concentrarse ni mantener una conversación coherente o con contenido, lo que le preocupaba bastante, ya que es profesora y como tal, debe llevar una clase de cerca de dos horas, en donde ella es la principal protagonista hablando.

En mi rol de buena esposa, intenté calmarla y que respirara profundo y tomara aire, ya que tal vez sólo necesitaba estar sola un rato y despejarse... pero el aire fresco no hacía efecto... posterior a ello comencé a preguntarle si se sentía estresada o si había comido algo, ya que quizás era sólo fatiga... y PUM! todo tuvo sentido con esa pregunta y como cual episodio de How I meet Your Mother, sonaron los cristales rotos en nuestras cabezas... efectivamente había comido algo, así que no era fatiga... pero qué podrían haber contenido las galletas que le provocaran tal efecto "desrealizado"?... precisamente... el ingrediente x, el 4:20, socks, y de todas las formas en las que se pueda llamar a la marihuana...

Automáticamente me vinieron todos los síntomas de estar volada y mi señora decidió que no estaba en condiciones de realizar su clase, así que una vez que me colgó, le avisó a la secretaría, quien claramente entendió el asunto, y le permitió irse de ahí....

Dato anexo:
Como muchos sabrán, la preparación de marihuana con ingredientes que contienen alto porcentaje en grasas, activa el THC, que es el principal constituyente psicoactivo de la cannabis. El THC tiene un efecto analgésico, que provoca relajación, alteración de los sentidos (visuales, auditivos, olfativos, táctiles) y además, estimula el apetito.


Mientras tanto, yo tenía que idear una forma de salir de mi trabajo, ya que como dije antes, todos los síntomas vinieron a mi, y comencé a sentir mis ojos más pequeños e hinchados, y lo peor de todo, me comenzó a dar risa. Para intentar calmar el ataque de risa que tenía, no se me ocurrió nada más inteligente, que volver a llamar a mi señora... quien iba caminando desde su trabajo a tomar un colectivo (un trayecto de 10 min), hace 20 min. aproximadamente. Al hablar, me contó que se sentía muy volada y que la vida pasaba en diapositivas, que se iba a ir a la casa a dormir y esperar sentirse mejor. Pero... se acordó que andaba en auto, y que el auto estaba estacionado justo donde estacionan sus jefes... así que volvió lo más rápido que pudo al estacionamiento, y en una actitud irresponsable de su parte, sacó el auto de ahí y lo estacionó dos cuadras más arriba de la calle, y se quedó ahí, esperando a que yo tomara una decisión coherente que me permitiera salir del trabajo a mitad de la mañana.

Como cada minuto que avanzaba significaba un nuevo síntoma, me comencé a preocupar y "perseguir", así que llame de inmediato a uno de mis jefes, y le pedí permiso para ir al banco.
Finalmente pude salir, y decidí caminar hasta donde estaba mi señora (media hora aprox.). En el camino compré provisiones (dulces) para ver si con el estomago un poco más lleno comenzaba a disminuir el efecto de la hierba.
Cuando llegué al auto, mi señora tenía una cara de volada impresionante, que se podía rastrear a metros de allí, así que nuevamente vinieron los ataques de risa y los segundos en que ninguna de las dos hablábamos, porque estábamos pegadas... y así sucesivamente transcurrió cerca de una hora, que fue el momento en el que decidimos que debíamos movernos un poco y comer más, así que Ale fue al súper más cercano y compró más comida (chocolate), así transcurrió una hora más.

Uno en el banco nunca se demora tanto, a menos que sea fin de mes y esté colapsado, pero este no era el caso, así que debía volver a mi lugar de trabajo, además que ya faltaba poco para la hora de almuerzo. Así que volví de la forma más piola posible a mi trabajo... pasé al baño, pellizqué un poco mis mejillas, me mojé la cara y salí de lo más normal posible en dirección a mi oficina. En donde estuve recluida hasta la 1:30 de la tarde (hora de almuerzo).

Llamé a mi señora y quedamos de juntarnos en una pizzería cerca de mi trabajo, porque siempre está vacía, así que nadie nos iba a ver en esa condición tan "verde". Además, que la estimulación del apetito es tan cierta, que teníamos mucha hambre...
Ordenamos palitos de ajo, DELICIOSOS! y mientras comíamos, me di cuenta que venía llegando a la pizzería "vacía" gente de mi trabajo... al menos 10 personas... y no! no aluciné, de verdad estaban ahí...

El día había comenzado de maneras horrorosas, y no parecía terminar... Saludé de la forma más cordial que pude y sin mostrar indicios de que estaba volada, y continúe comiendo e intentando no pegarme en cualquier estimulo de alrededor.
Al finalizar la hora de almuerzo, mi señora volvió al auto y yo a mi trabajo...

La tarde avanzó lenta y yo no pude trabajar, pasé la tarde entera jugando farm heroes saga, porque no me podía concentrar, ni planificar, ni nada. Sólo podía realizar acciones automáticas, y como debía verse como que estaba haciendo algo, que mejor forma que estar en el computador como "leyendo" y clickeando...

Cuando ya dieron la hora de irse, mi señora me estaba esperando en el auto, así que nos fuimos con mucho cuidado a la casa... donde nos preparamos para salir al cumpleaños de mi cuñado... pero antes comimos y descansamos un poco, esperando que se pasara ese efecto tan agradable a veces, pero tan desagradable si se produce en un contexto laboral.

En resumidas, mi señora pasó todo el día recluida en el auto, sin hacer absolutamente nada, y yo pasé todo el día jugando en el computador. Que manera más productiva de terminar la semana...


- Enseñanza del día: Si vas a la casa de tus papás a robar comida, asegúrate de preguntar de qué está hecho.... 


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